viernes, 2 de octubre de 2009

ESPACIOS... ESPACIOS... ESPACIOS... ESOS LUGARES INCIERTOS...

Boletín de AIEPBA. Año VIII - Nº 74. Buenos Aires. Octubre de 1998.

Espacios curriculares, espacios institucionales, espacipedagógicos...“¿Se trata de una nueva terminología?”...“¿Cuáles son las notas que los distingue a unos de otros?” ... “¿Cómo se organizan?”... Estas son algunas de las preguntas que circulan entre directivos y docentes, y que la Lic. Cristina Masip aborda en este encuentro.


Son numerosos los interrogantes que se plantean en las instancias de organización del Polimodal. No sólo la decisión de la modalidad -o modalidades- a adoptar genera inquietud. También surgen dudas a la hora de determinar y organizar los espacios curriculares, ya se trate de aquellos previstos por la jurisdicción o los que deba pensar la escuela como propios; los “nuevos” espacios institucionales.
Espacios curriculares, espacios institucionales, espacios pedagógicos...
¿Qué es lo que los hace novedosos?

Un poquito de historia

Tradicionalmente las materias de los planes y programas de estudio se organizaban en base a contenidos establecidos a nivel nacional. Las “materias” nucleaban conjuntos de saberes propios de una disciplina que el docente “dictaba” a sus alumnos. A partir de las ideas de que el alumno aprende por asociación, y que el aprendizaje es sumativo y acumulativo -teorías conductistas-, las clases escolares se desenvolvían en torno a la exposición del docente: Se trataba de clases magistrales organizadas en torno a un listado de contenidos a trabajar.
A partir de la creación de los “Departamentos de materias afines” en el año 1958 se dio la posibilidad de organizar pedagógicamente los contenidos de los programas de las materias, en base a una didáctica que superara la exposición del profesor y con variedad de propuestas metodológicas, incluso interdisciplinarias.
Las exposiciones del docente comenzaron a convivir con otros medios -guías de estudio, guías de laboratorio, dinámicas grupales-, pero con la misma base teórica: El alumno como ser que incorpora conocimientos, en un encuadre didáctico conductista.
Esta organización de los contenidos, pensados como materias, eran -son- espacios curriculares y constituían -constituyen- espacios pedagógicos...

Definiendo conceptos
Comencemos haciendo referencia a la intencionalidad educativa que configuran todas las acciones en una organización escolar; éstas se organizan en un un ámbito de confluencia de las prescripciones que se determinan a nivel nacional -política educativa- y a nivel jurisdiccional -proyecto educativo de la jurisdicción: Entre otras decisiones, se enuncian los lineamientos en los que deben encuadrarse todos los emprendimientos en una escuela. También los saberes de los cuales deben apropiarse los alumnos, son determinados en esos niveles. En ese espacio, además, se entretejen los principios que surgen del marco axiológico que da sustento al proyecto educativo institucional.
Así nacen los denominados espacios curriculares.
Además, un espacio curricular es un espacio pedagógico: Porque supone objetivos de aprendizaje planificados por un profesional de la educación; porque se reúnen docente y alumnos para abocarse al tratamiento de contenidos a partir de la propuesta didáctica del primero. Porque es un contexto en el cual se articulan actividades con la intención de EDUCAR.
Estas afirmaciones, se complican un poco más, cuando pensamos en los espacios institucionales , ya que también constituyen espacios curriculares y espacios pedagógicos.
Pero en ellos, la nota distintiva pasa por el ejercicio de la autonomía que poseen las escuelas a partir de la transformacion educativa. Los contenidos a trabajar son pensados, jerarquizados, organizados, en base a decisiones institucionales; decisiones que deben ser coherentes con los valores enunciados en el marco axiológico del PEI, e integrando -ampliando, profundizando, complejizando- la modalidad elegida, a la vez que respondiendo a las demandas del contexto comunitario propio.

¿Cómo se organizan?
Hoy también se da la posibilidad de organizar estos espacios curriculares, los determinados a nivel oficial o los propios -institucionales-, como materias, entre otras alternativas -seminarios, laboratorios, talleres, proyectos interdisciplinarios, trabajos de campo, etc-, pero con una propuesta pedagógica superadora.
¿Cuáles son los aspectos ineludibles que se deben considerar en una institución, en el momento de organizar la propuesta?
En primer lugar,
revisar el concepto de aprendizaje que se propone en el PEI y analizar la coherencia de las prácticas pedagógicas con esta idea enunciada.
Sabemos, por los aportes de investigadores como Piaget, Vigostky, Ausubel, que el hombre es un ser activo en el proceso de aprendizaje, en un rico intercambio con el medio. No recibe pasivamente los datos del exterior como sostenían las teorías conductistas, y que para aprender utiliza sus esquemas mentales para resignificar los nuevos contenidos.
En esta línea, todos los recursos son válidos a la hora de aprender, siempre que provoquen en el sujeto el conflicto cognitivo necesario en la marcha hacia la equilibración, dando lugar a la reestructuración de sus esquemas mentales y de las teorías que posee sobre la realidad, resignificanco los objetos de conocimiento a partir de sus propias posibilidades.
Una “materia”, organizada como taller, como seminario, como trabajo en laboratorio, como trabajo en grupo, puede ser tan tradicional como una clase expositiva.
Y todas estas propuestas a la vez, pueden servir a objetivos planteados a lograr con una didáctica constructivista.
Son todos medios -que se organizan en espacios-, a los que el docente o la institución recurren para educar. Que se trate o no de una propuesta pedagógica superadora, depende como vimos, de la idea de aprendizaje que guíe y de la forma en que se lo utilice.
Un relevamiento preciso de los recursos materiales -edilicios y didácticos- de los cuales se dispone institucionalmente, es otro de los aspectos a tener en cuenta cuando se trata de organizar los espacios curriculares. Un laboratorio, un taller, ciertos proyectos, requieren de instalaciones minuciosamente pensadas como para que no de lugar a improvisaciones, que llevarían a un fracaso seguro.
Además es fundamental un estudio prospectivo de requerimientos. La hora de “hacer números”, es otro de los requisitos inevitables.
Y pensar, Sr. Director y Sra. Directora, que organizar la propuesta curricular de la escuela es una tarea grupal en la cual deben intervenir profesionales. No olvidemos que cada docente es un profesional de la educación dedicado a un área del conocimiento: Los docentes son los asesores con que cuenta cada escuela para organizar los espacios curriculares del proyecto educativo institucional.
Estas son algunas de las variables que le propongo abordar para que Ud. y su escuela puedan ofrecer a la comunidad un proyecto realista, posible y fundamentalmente, de calidad.


Lic. Cristina Hemilse Masip
Prof. Normal y Especial en Ciencias de la Educación.
Asesora pedagógica institucional
E-mail: licmasip@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario